Nova Velorum 99: de repente una extraña...

Un buen comienzo para iniciar la nueva andadura editorial de la AVE. Nuestros compañeros del hemisferio sur se vieron gratamente sorprendidos hace dos semanas con la aparición de una "extraña" en el cielo. Tal y como informó nuestro compañero Víctor R. Ruíz desde las páginas de info.astro, "23 may 1999", increíble, pero varios observadores del hemisferio sur notificaron a la Unión Astronómica Internacional: "He descubierto una nueva estrella en magnitud 3". Esto es, tan brillante como algunas de las estrellas de la constelación de Orión. Esta invitada se ha designado Nova Velorum 1999 y se trata de una estrella que acaba de comenzar a fusionar helio en su núcleo. Los descubridores independientes han sido los astrónomos australianos Peter Williams (Nueva Gales del Sur) y Alan C. Gilmore (Observatorio de la Universidad de Monte John), quienes vieron a la estrella en magnitud 3,1".

Sin embargo, sólo dos días después había caído hasta la magnitud 3,5 (tal y como podemos observar en la curva ofrecida por nuestro compañero Jaime García desde el Instituto Copérnico quien también nos ha remitido algunas imágenes de ella).

La imagen CCD que sirve de portada para nuestro número 1 ha sido realizada por el australiano Gordon Garradd. Dado que la súbita aparición de la nova más brillante desde 1945 se ha producido cuando se había cerrado ya la edición de mira, esperamos ofrecer un completo estudio de la misma en nuestro próximo número.

Colaboración entre AVE y LIADA

Durante todo el mes de abril y mayo se han producido interesantes avances en el desarrollo de la investigación relacionada con el mundo de las estrellas variables. Dos asociaciones, una española y otra iberoamericana han comenzado a poner sobre el papel una estrecha colaboración que esperan que se desarrolle durante los próximos meses. Las conversaciones, evidentemente realizadas vía Internet y puestas en conocimiento de todos los interesados a través de la lista de correo de la AVE, se llevaron a cabo de mano de Máximo Suárez Tejera, responsable directo de la Asociación de Variabilistas de España (AVE), y Jaime García, de la Liga Iberoamericana de Astronomía (LIADA). Posiblemente, el punto más interesante de estos acuerdos han sido los destinados a decidir el plan de trabajo común, que ponga sobre el papel una selección de estrellas variables que puedan ser observadas de forma conjunta. Sólo resta que todos los interesados se pongan a trabajar en estas estrellas propuestas y enriquezcamos entre todos esta colaboración que es, cuanto menos, esperanzadora.