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Roman Gubern advierte sobre el uso de las nuevas tecnológias

El destacado investigador español en comunicación audiovisual, Román Gubern, manifestó su preocupación por el avance de las nuevas tecnologías pues "se corre el riesgo de producir efectos secundarios y contradicciones alarmantes".

En entrevista exclusiva para Notimex, que publica posteriormente el periódico digital El Porvenir, Gubern, catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona, que recientemente ha publicado un estudio sobre las implicaciones emocionales y afectivas de los nuevos medios en las formas de vida de la sociedad postindustrial, puso de manifiesto su preocupación por el destino del ser humano y su libertad como ser racional, debido al abuso que éste hace de la tecnología.

"Corremos el riesgo de convertirnos en robots, pues la claustrofilia se está apoderando de la adorofilia", manifestó el especialista. Además, explicó que las nuevas tecnologías tienden a encerrar al hombre en su casa, argumentando que "contamos con una pantalla doméstica (televisión) como una pantalla de cine que podemos programar; luego, si queremos una sala de conciertos tenemos la música en el aparato".

Asimismo, afirmó que las nuevas tecnologías inculcan valores sociales en lo que llama una sociedad desestructurada, con un creciente aislamiento personal escondido tras medios mediáticos, en la cual, "buscamos esa carencia social amparándonos en la morbosidad del anonimato de la neofobia intrínseca y heredada desde tiempos primitivos".

"El estudio de los comportamientos humanos y los computacionales ha dado como resultado que existe un componente emocional que el hombre es incapaz de introducir en los sistemas electrónicos", expuso Gubern. Pero "la realidad virtual se ha convertido en un asesino de la realidad real, pues muchas personas que hacen uso del internet, video juegos o el celular, creen que están ante la forma natural, pero en realidad, son formas de plástico", acotó.

Para Gubern, la tecnología de hoy es impresionante y avanza a un ritmo acelerado, mucho más rápido que la ética y las propias leye, teniendo por tanto su uso, unas consecuencias no establecidas y desconocidas en gran medida que pueden ser perjudiciales a largo plazo para la sociedad.

Laura Perucho García

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