2007-11-30_19-06-22

Los excesos en torno a la llamada Web 2.0 han provocado que los creadores de páginas en Internet hayan descuidado los principios básicos del "buen diseño", ha afirmado Jakob Nielsen, gurú de la funcionalidad en Internet.

Web 2.0, más allá de una tecnología nueva, supone una vuelta de tuerca en el concepto de Internet. Blogs, videos, wikis... un nuevo paso en la relación entre navegantes de la web.

Sin embargo, esta 'revolución', que Nielsen asemeja en algunos puntos a la vivida con las 'punto.com', ha tenido sus contras. Según recoge el canal británico BBC, "las prisas y querer hacer páginas web más dinámicas acaban con un peor servicio a los usuarios", afirma este gurú.

No obstante, Nielsen no está contra los cambios, sino contra la forma en que se han producido. Este experto opina que "la idea de comunidad basada en páginas dinámicas no es intrinsicamente mala siempre que prime el diseño y la funcionalidad".

Este experto advierte del "peligro" que supone tener páginas salpicadas de herramientas para que sus usuarios las personalicen, porque estas "pueden acabar pareciendose a una revista muy ilustrada pero totalmente inutil".

'La última moda'

Los principios que han asentado el diseño en Internet en la última década "están dejados a un lado" por las páginas web que sólo tienen ojos para "la última moda", afirma Nielsen en referencia a la Web 2.0.

Estas reglas de la 'buena práctica' se basan en principios pragmáticos: crear una web fácil de usar, una página que disponga de herramientas de búsqueda útiles y que no utilice una jerga que la haga inaccesible para los profanos en la materia. Es decir, tener en mente el diseño antes de que esté escrita la primera línea de código.

"Existe un riesgo", afirma Nielsen, "porque volvemos a los tiempos de las 'punto.com', cuando muchos sitios, como Boo.com, lucían fantásticamente pero eran terribles para navegar por ellas".

Por otra parte, la investigación acometida por Nielsen sobre este tipo de páginas web deja unos resultados desoladores: sólo un 1% contribuye de forma regular con nuevos contenidos, mientras que el 90% sólo mira. Un 9% de los navegantes aporta algo de vez en cuando.

Por definición, afirma Nielsen, muy poquitos usuarios aprovechan las herramientas de edición. "La mayoría sólo quieren llegar, dejar algo e irse. Para ellos la web no es un objetivo en si misma. Es una herramienta", añade.

Por otra parte, el gurú cuestiona la continuidad de una comunidad actual en el futuro. Nielsen piensa que los jóvenes actuales gastarán mucho menos tiempo en la edición web a medida que crezcan, de modo que su aportación cambiará sustancialmente. Así, el vínculo entre creador y aportación, efimera en la rapidez de Internet, se diluirá porque "con 20 años se actúa de forma diferente que con 40". Un trabajo que no tendrá ningún afán de perpetuidad.

Jakob Nielsen supone para muchos usuarios una autoridad sobre la funcionalidad web. Este ingeniero danés, en cuyo currículo figuran Bellcore, IBM y Sun Microsystems, dio el salto a la fama con varias publicaciones en las que expone que lo normal es que los usuarios solo den un vistazo a la página web sin prestar mucha atención. Así, por economía de tiempo, el navegante solo se fija en lo más llamativo, como los titulares, negritas e imágenes.

Cristina Soriano

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