2007-11-26_17-02-17

Las búsquedas en internet como hoy las conocemos tienen los días contados. Los buscadores más utilizados de la Red cumplen su función basándose en términos textuales y en enlaces que remiten a la página que incluye esas palabras. Pero ya se han dado pasos hacia los buscadores semánticos (distinguen el significado de los vocablos), en una nueva generación de internet. Y una herramienta, creada por dos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, aún va más allá al integrar las búsquedas textuales con los sistemas de información geográfica y un programa de inteligencia artificial que interpreta el significado de las palabras. La mezcla da lugar a las geobúsquedas.

Éstas son capaces de distinguir localizaciones. Por ejemplo, cuando un usuario teclea «Toledo» el sistema es capaz de discernir entre la provincia y la ciudad española y el ex presidente de Perú Alejandro Toledo. Es más, los resultados de esa búsqueda incluirán también todas las informaciones de los pueblos de esa provincia, porque sabe que Talavera de la Reina, Illescas o Seseña pertenecen a Toledo. Una vez identificados los términos, el programa extrae de la información las localizaciones y las coloca en un mapa (asigna coordenadas de latitud y longitud).

Los medios de comunicación (Reuters lo utiliza) o los sectores energético son algunos de sus ámbitos de aplicación. De momento, la herramienta se utiliza como un sistema más de información de la empresa o institución. Pero los expertos no dudan de que esta tecnología se expandirá de forma masiva. El futuro de los buscadores está en saber interpretar de forma semántica los documentos. Es la web 3.0.

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