Peligros del Facebook
Los más de 59 millones de usuarios de Facebook, corren el riesgo de estar siendo espiados o estudiados.
(publicado en El País y reescrito por Rosa Torres)
Facebook nació en 2004 de la mano de Mark Zuckerberg, un estudiante que quería crear una especie de anuario del colegio. Así comenzó este gigante que hoy cuenta con más usuarios que toda la población española.
¿Y para qué sirven este tipo de portales? Pues ni más ni menos que para el intercambio de experiencias reales. Son pocos los que facilitan unos datos alternativos a los propios o falseados. Todos picamos, al igual que cuando firmamos una hipoteca sin fijarnos en la letra pequeña. De esta manera, están creando un espacio virtual en el que se comercializa con nuestros datos fiscales, bancarios y también poder recoger biografías del mundo. Sí, pues Facebook se ofrece a encontrar a tu amigo de la infancia al que ya no has vuelto a ver... Tan sólo tienes que agregar, bajo tu propia responsabilidad, información personal detallada, desde un currículum vitae hasta tus hábitos alimenticios, para que los otros usuarios te (re)conozcan.
esta es la manera con la que se rompe la confidelicialidad de los datos privados, que pasan a ser propiedad, de toda la red pública. Hacen negocio con nuestros perfiles además del hecho de que se consideran como datos sociológicos muy jugosos.
"Facebook no tiene la obligación de adaptar su política de privacidad a la ley española porque no procesa los datos en España", explica el abogado Alonso Hurtado, del estudio X-Novo. Lo mismo ocurre en otros países, por lo que los expertos coinciden en que el portal puede ser utilizado como una herramienta de segmentación para eficaces campañas de marketing e incluso para tesis académicas.
No es broma ni ciencia-ficción; hace unas semanas unos investigadores de la Universidad de California, y de Harvard empezaron a estudiar una clase de alumnos de primero de carrera a través de esta web para "analizar la información que dan de sí mismos y cómo se relacionan entre ellos", en palabras de Nicholas Christakis, un miembro del equipo. Sólo hay un detalle atípico: los estudiantes desconocen que están siendo observados. En Facebook aseguran que no hay ninguna cláusula que prohíba estudios sociológicos, porque el único límite de privacidad lo imponen los usuarios. Algunos hablan incluso del "Gran Hermano virtual" pero del todo involuntario.
Darse de baja puede resultar largo y aparatoso, al igual que en la Iglesia, sin embargo, hay que ser muy precabidos, leer siempre la letra pequeña y desconfiar siempre de los portales pues, aunque ahora Facebook se haya comprometido a preguntar siempre a los usuarios, muchas veces vamos muy rápido tecleando sin acabar de leer avisos de confidencialidad vitales....
