2008-01-02_13-42-08

Los enemigos de las redes

Cada año por estas fechas, los especialistas en seguridad informática avanzan sus previsiones sobre las amenazas del año siguiente. Su pronóstico para 2008 dice que los autores de virus y otros códigos maliciosos (malware) se alejarán de la explotación de los puntos vulnerables de los sistemas operativos, para adaptarse a los nuevos usos de Internet.

Los virus actuales no son producidos por hackers ávidos de notoriedad, sino por una delincuencia que tiene la iniciativa frente a los proveedores de soluciones antivirus.

Es opinión corriente que van a proliferar los virus camuflados en las tecnologías que se agrupan bajo el sambenito de Web 2.0: blogs, redes sociales, mashups, widgets y otros neologismos representan un riesgo exponencial.

También el acceso a Internet desde los móviles es visto como un peligro latente, aunque son escasas las infecciones identificadas. Otra incógnita de 2008 es la posibilidad de que aparezcan virus diseñados para los ordenadores Mac, hasta ahora minoritarios.

'Las armas defensivas de hace dos o tres años ya no valen en este contexto de malware 2.0', dice Jorge Dinarés, consejero delegado de la empresa española Panda Security, presente en 54 países y a la que la consultora Gartner sitúa en el cuarto puesto del ranking mundial del sector.

El análisis sistemático de un millón y medio de ordenadores, en los que Panda colocó sensores con el consentimiento de los usuarios, ha revelado que solo el 37% de los que tenían instalado un antivirus lo habían actualizado, mientras que en el 8.5%, que sí estaban actualizado, se había colado una infección, normalmente poco dañina.

En las mil 206 redes de empresa analizadas, el resultado fue peor: el 72% estaban infectadas. 'Hay una falsa sensación de seguridad, pero la realidad nos indica que es mucho menor de lo que la gente cree', subraya Dinarés.

Las empresas de seguridad intercambian muestras de códigos sospechosos, sin dejar de competir comercialmente; desde hace meses, un puñado de ellas trabaja en la puesta a punto de técnicas comunes para evaluar sus respectivas soluciones. Esta forma de cooperación revela la magnitud del desafío.

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