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Orígenes del hipertexto

Los términos hipertexto e hipermedia son ahora un lugar común al hablar de las nuevas tecnologías de presentación y acceso a la información, y se están revelando como una herramienta imprescindible en lo respecta tanto a la representación de documentos e información, como herramienta para procesos comunicativos y formativos en todos los ámbitos (CANALS, 1990). Sin embargo, y a pesar de su pretendida novedad, este enfoque de organización y acceso a la información tiene antecedentes desde la década de 1940 (GARCÍA MARCO, 1996). En tan temprana fecha, Vannevar Bush ideó un sistema de control, gestión y acceso a la documentación al que llamó MEMEX, y cuya idea principal era utilizar un principio de asociación de conceptos entre recursos informativos, de tal forma que el usuario pudiese acceder a estos recursos, independientemente de su tipo, simplemente utilizando la asociación de ideas. El sistema no llegó nunca se ser construido, por la dificultad técnica que suponía. Hubo que esperar a la década de 1960 para que Douglas Engelbart, un investigador del Stanford Research Institute, dirigió un proyecto de investigación para desarrollar máquinas, basadas en sistemas informáticos, que permitiesen aumentar la capacidad intelectiva humana, y gracias al cual se introdujeron conceptos técnicos sin los cuales no sería posible el hipertexto: sesiones interactivas, dispositivos señaladores, ventanas y escritorios... que permitían gestionar gran cantidad de información según criterios jerárquicos y asociativos. El final del proyecto supuso que gran parte del equipo de trabajo pasó a Xerox, donde desarrollaron los fundamentos de los sistemas operativos de interfaz gráfico tan extendidos en la actualidad (MacOS, Windows, X-Window...).

En la misma década que Engelbart, Theodor Nelson acuño el término hipertexto, al que definió como "escritura no secuencial". Retomando el concepto de asociación de Bush, por otra parte completamente aceptado por los estudios sobre el comportamiento del pensamiento humano, Nelson trabajaba en un proyecto para introducir, organizar y recuperar toda la información del mundo en un sistema informático, utilizando el principio de la asociación de ideas y documentos, al que llamó Xanadu. En este sistema los documentos se relacionaban utilizando enlaces a fragmentos y citas comunes, en un entorno de red informática en el que podían participar numerosos ordenadores. El proyecto Xanadu, comenzado en la Universidad de Harvard, en la que no cuajó, pasó a ser desarrollado en Australia, y recientemente Nelson ha pasado a trabajar en varios proyectos de investigación en Japón, siempre en el ámbito del diseño y desarrollo de sistemas hipertextuales.

Como consecuencia directa de los proyectos enumerados, en la segunda mitad de la década de 1980 comenzaron a aparecer en el mercado gran cantidad de de aplicaciones y herramientas para ordenadores personales, que facilitaban la creación de sistemas hipertextuales a nivel personal, y que en los últimos años incorporan capacidades multimedia, generando de esta forma sistemas hipermedia. Las nuevas generaciones de STRID, así como los últimos desarrollos de SGBD incorporan mecanismos especializados para organizar la información utilizando, si el usuario lo desea, de forma hipertextual, incorporando mecanismos de acceso a diferentes tipos de información (gráfica, sonora...).

http://tramullas.com/documatica/5-1.html

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