2007-11-29_01-26-54

La Web constituye actualmente una plataforma mas englobada dentro de los llamados "medios de comunicacion de masas". Las facilidades gracias a las cuales hoy día es posible publicar material en web quedan patentes en el número al alza de nuevas páginas personales, en las aquellas con fines comerciales, divulgativas, bloggers, etc. El desarrollo de aplicaciones gratuitas capaces de generar páginas web de una manera totalmente gráfica e intuitiva, así como un número emergente de servicios de alojamiento web sin coste alguno han contribuido a este crecimiento sin precedentes.

¿Que peligro supone esto para la privacidad? En efecto, como bien se ha comentado en uno de los posts anteriores (El otro lado de la Web)que en la red se encuentren datos personales e incluso imagenes de aquellos que la utilizan no es del todo fiable. ¿Quién nos garantiza que la informacion que se encuentra en la Web no va a ser utilizada para otros despropósitos? Google reconoce que la privacidad es muy importante y por ello la aplica a todos los productos, sitios y servicios que ofrece. Lo cierto es que para acceder a algunos servicios la empresa requiere un previo registro (nombre, dirección de correo electrónico, contraseña y en algunas ocasiones tarjetas de crédito.) el cual mantienen de forma encriptada en servidores seguros. Además, almacenan 'cookies' , peticiones de web, tipos de buscador, idioma, 'logs', dirección IP y hasta el contenido de nuestros correos electrónicos. Y por si fuera poco, dicha información es retenida durante un periodo ilimitado de tiempo. En definitiva, la empresa crea un completísimo perfil sobre cada uno de nosotros con la excusa de facilitar sus productos y servicios para mantener, mejorar y proteger sus servicios para los usuarios. Aunque Google se empeña en afirmar que no utiliza información sensible para otros propósitos que no sean la optimización del funcionamiento del buscador, lo cierto es que no tiene reparos en cooperar con algunos gobiernos. Como es el caso de la dictadura China donde Google censuró todas las webs (mayoritariamente las que pueden contener información contraria al régimen comunista) a las que las autoridades chinas pusieran objeciones con el objetivo de respetar las leyes del país. Eso de que cada uno puede escribir lo que quiera sin consultar a la administración pública no entra en la misión de Google de 'expandir el acceso a la información'.

La WEB se ha convertido en un escenario mas de informacion y comunicacion en una escala sin precedentes pero como ocurre en todos los mercados y escenarios, siempre hay alguno que tiene que meter la mano hasta el fondo. No podemos fiarnos de nadie.

Gema Torres Pomares

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